Lleva ya unos cuantos años confirmándose como uno de los ejercicios físicos más seguidos en todo el mundo, pero situaciones como el confinamiento han hecho que miles de personas se animen a explorar todos sus beneficios.
El yoga es una práctica que, gracias a la unión de ejercicio físico, respiración y meditación pretende buscar la paz mental y el equilibrio físico y emocional.
A través de las ‘asanas’ (así es como se les conoce a las posturas realizadas), se invita al practicante a controlar su propio cuerpo, mejorando su respiración y, en consecuencia, su flujo de energía. El yoga incluye en su práctica una serie de precptos que completan el ejercicio físico con un trabajo de reflexión y autoconocimiento.
Si quieres saber más sobre lo que esta filosofía milenaria puede aportar a tu cuerpo y mente, toma nota.
El yoga es un deporte que puede ser practicado por todo tipo de personas con pequeñas variaciones en los ejercicios
Esto es lo que el yoga le hace a tu cuerpo
Uno de los puntos más destacados de la práctica del yoga reside en sus beneficios sobre el estado físico, no tan solo a un nivel superficial sino también a nivel interno como, por ejemplo, con la mejora de los problemas digestivos.
Estos son algunos de sus efectos físicos más destacados:
- Fortalece los músculos y los huesos. Además de mejorar la musculación, el yoga protege los huesos y frena la pérdida de masa ósea, evitando problemas como la osteoporosis.
- Aumenta la flexibilidad y el equilibrio.Otro de los efectos directos de su práctica está relacionado con la flexibilidad, lo que se traduce en una mejora de la postura y, en consecuencia, en menos lesiones físicas.
- Refuerza el sistema inmunológico. La práctica del yoga ayuda a reducir el nivel de cortisol (la hormona relacionada con el estrés), la cual juega un papel importante en problemas como el aumento de la presión arterial o los cambios de peso.
Yoga para aumentar el bienestar emocional
Una de las partes más desconocidas del yoga son los beneficios que podemos obtener más allá de las mejoras físicas:
1.Equilibra el sistema nervioso. Mediante la activación del sistema nervioso parasimpático, es capaz de reducir el ritmo cardíaco y la presión sanguínea, controlando las situaciones de estrés.
2. Mejora la calidad del sueño. La práctica del yoga aumenta los niveles de serotonina, un neurotransmisor que envía mensajes a nuestro cerebro y que, entre otras cosas, interviene en la generación de melatonina, responsable de regular nuestro sueño.
3. Mejora la concentración. Además de aspectos como la coordinación o el aprendizaje, quienes practican el yoga con cierta regularidad ven mejorada su capacidad de concentración. En este sentido, un estudio publicado en ‘The Journal of Physical Activity and Health’ y realizado por un equipo de investigación de la Universidad de Detroit demostró que 20 minutos de yoga al día son más beneficiosos a nivel cognitivo que cualquier sesión de actividad física intensa.
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¿Qué rama del yoga deberías practicar?
Actualmente, es fácil iniciarse en distintos tipos de yoga gracias a la extensa oferta de profesores, centros e incluso gimnasios que lo incorporan entre sus clases dirigidas. Aunque todos tienen una base común, cada una de estas disciplinas se centra en un aspecto concreto o presenta un ritmo o intensidad distinto. A la hora de escoger cuál es el que más beneficios puede aportarte, te recomendamos realizar alguna clase de prueba de cada uno de estos estilos:
·Hatha.Con un ritmo más bien tranquilo, se trata de una de las ramas más conocidas en todo el mundo. Sus asanas son relativamente sencillas e incluye meditación y respiraciones en su práctica.
·Vinyasa. A diferencia del anterior estilo, añade un poco más de intensidad física a la práctica, con transiciones más rápidas y fluidas y menos posturas estáticas.
·Ashtanga: ideal para quienes buscan una práctica física más exigente, el Ashtanga yoga trabaja especialmente la resistencia y la flexibilidad del cuerpo. Se trata de uno de los estilos más buscados por aquellas personas que desean perder peso, por ejemplo.
·Kundalini. A diferencia de los casos anteriores, el Kundalini se centra especialmente en la parte más introspectiva de la práctica, reforzando aspectos como la meditación o las respiraciones.
¿Quién puede practicar yoga?
Una de las creencias más extendidas (y erróneas) con respecto al yoga es que se trata de una práctica apta solo para personas con una buena condición física o con buena flexibilidad.
En cambio, el yoga es un deporte que puede ser practicado por todo tipo de personas con pequeñas variaciones en los ejercicios: desde niños hasta embarazadas, pasando por gente de edad más avanzadaque busca reforzar sus huesos o mejorar su postura.
¿Nuestra recomendación? Dirígete a un centro especializado para iniciarte en la práctica, donde podrás contar con personal cualificado que puede ayudarte a practicarlo sin ningún tipo de riesgo y obteniendo todos sus beneficios.