En invierno, el frío, el viento, el calor de la calefacción o el agua caliente van dañando poco a poco la barrera natural de la piel. En esta época nos encontramos con que la piel de las zonas más expuestas, como rostro y manos, está más sensible, deshidratada y roja de lo habitual.
En este artículo queremos hablar del cuidado de las manos en invierno, un hábito muy importante pero que muchas veces pasa desapercibido. Si no protegemos la piel de esta zona es fácil que aparezcan grietas, sabañones, heridas, picor e incluso dolor. A continuación, explicamos cómo ponerle remedio a este problema que nos acompaña cada año.
¿Qué pasa con las manos en invierno?
Las manos son una de las partes más expuestas del cuerpo y, por tanto, una de las que más sufre en invierno las consecuencias de las bajas temperaturas.
El frío y la sequedad en el ambiente hacen que las manos pierdan la capa que las cubre y las protege, por lo que es habitual que aparezcan grietas y pequeñas heridas. Esto ocurre especialmente en la zona del dorso, donde hay menos folículos pilosos para producir la película de grasa protectora. Por el contrario, las palmas disponen de más herramientas para defenderse como, por ejemplo, el sudor que ayuda a regular la temperatura.
El frío y la sequedad en el ambiente hacen que las manos pierdan la capa que las cubre y las protege.
Además, en invierno, nos exponemos a cambios de temperatura muy bruscos todo el rato. Por ejemplo: cuando estamos en casa con la calefacción y salimos a la calle donde hace frío. La piel sufre con estas variaciones que se manifiestan a través de dolorosas grietas.
Así mismo, en invierno nos lavamos más las manos para evitar contagiarnos de gripe y resfriados. Lavarnos con agua muy caliente o utilizar jabones muy agresivos pueden irritar aún más la piel de las manos.
Por lo tanto, en invierno podemos encontrarnos con los siguientes problemas en las manos:
- Sequedad: el frío, el viento y la humedad hacen que las manos se sequen fácilmente. Esto provoca un tacto áspero e, incluso, en ocasiones, grietas.
- Irritación y rojeces: es muy habitual que las manos se irriten y enrojezcan en invierno, al perder la película protectora de la piel.
- Sabañones: aparecen en las manos cuando los vasos sanguíneos se inflaman por los cambios de temperatura bruscos. Los síntomas son hinchazón, enrojecimiento, molestias e incluso dolor.
Las uñas también sufren en esta época del año. Su composición es un 18% agua, pero en invierno se resecan los cambios de temperatura. Por lo que es habitual que en esta época se rompan y se estropeen más fácilmente.
Consejos para cuidar las manos en invierno
¿Qué podemos hacer para cuidar de nuestras manos en invierno? Para prevenir que las manos se resequen y aparezcan heridas, es importante tener en cuenta una serie de consejos:
- Combate la deshidratación desde dentro bebiendo mucha agua durante el día. Esto mantendrá tu piel hidratada, incluida la de las manos.
- Compra jabones suaves, que no tengan alcohol ni fragancia y que ayuden a hidratar la piel.
- Utiliza guantes cuando vayas a limpiar para evitar que las sustancias agresivas que contienen los productos lleguen a tu piel.
- Lávate las manos con agua templada. El agua caliente elimina la capa protectora de la piel.
- Evita los secadores de manos y frotar tu piel con fuerza para secarte las manos.
- Utiliza guantes cuando vayas a estar en el exterior y haga mucho frío.
- Emplea un humidificador en casa para mantener el nivel de humedad dentro del hogar.
- Cuida de tus uñas con tratamientos específicos, ya que en invierno se quiebran con más facilidad.
- Evita en la medida de lo posible las prendas de lana, sobre todo cuando tienes la piel seca, ya que puede resultar irritante.
- Aplica protección solar también en las manos durante el invierno, así evitarás la aparición de manchas.
Aplica protección solar también en las manos durante el invierno.
Tratamientos para hidratar tus manos en invierno
Además de seguir unos consejos básicos para evitar que tus manos sufran los efectos de las bajas temperaturas en invierno, puedes darle una dosis de mimos extra con estos tratamientos:
- Mascarilla para manos: si quieres aportar un extra de hidratación a tus manos, aplica una mascarilla especial. Puedes utilizar una crema de manos muy nutritiva o hacer tu propia mezcla con ingredientes naturales como el aceite de oliva o el aguacate. Sea cual sea el remedio que elijas, échalo sobre las manos antes de dormir y ponte unos guantes. Al día siguiente te levantarás con unas manos suaves y bonitas.
- Vaselina: crea una barrera protectora sobre la piel e hidrata, por lo que se recomienda utilizarla por las noches.
- Caléndula: es un excelente remedio para proteger la piel del frío y aliviar la irritación. Además, la caléndula es antiinflamatoria, calmante y emoliente para las rojeces.
- Aceite en lugar de crema: los aceites hidratan las manos y refuerzan la barrera protectora. En invierno puedes aplicar aceite de jojoba, de coco o de argán varias veces al día en lugar de tu crema habitual. Verás la diferencia.
- Exfoliar: exfoliar las manos es una parte importante de su cuidado. Esto ayudará a eliminar las células muertas y que todos los tratamientos hidratantes que apliques penetren mejor. Puedes preparar tu propio exfoliante con aguacate, azúcar y limón. Aplica la mezcla con movimientos circulares y luego enjuaga con agua tibia.
- Masajes: un buen masaje de manos activa la circulación, lo que ayuda a reducir el impacto de los cambios de temperatura. Presiona cada uno de los dedos de abajo a arriba en ambas manos durante unos minutos y después frótalas entre sí. Puedes utilizar aceite o crema de manos.
Cómo curar los sabañones
Si a pesar de aplicar todos los cuidados posibles los sabañones te visitan este invierno es importante saber identificarlos y entender cómo actuar.
En primer lugar, los síntomas más comunes que suelen acompañar a los sabañones son:
- Áreas rojas que pican.
- Ampollas o úlceras.
- Hinchazón y sensación de ardor.
- Cambios de color de rojo a azul acompañados de dolor.
Por lo general, en los casos leves, no hay que aplicar un tratamiento especial más allá de los consejos básicos que hemos mencionado más arriba para el cuidado de las manos. Sin embargo, en situaciones más graves en las que hay picor, hinchazón y ampollas es importante:
- Mantener las manos secas.
- Recalentar suavemente la zona afectada sin frotar o aplicar calor directo.
- Limpiar la piel con un antiséptico y vendarla suavemente para prevenir infecciones.
- Evitar rascarse.
En algunos casos el médico puede pautar un corticoides o antiinflamatorios tópicos en formato crema.
Con esta información podrás cuidar de tus manos este invierno y evitar así que se resequen o que, incluso, aparezcan grietas y heridas molestias. Con un poco de cariño diario, lograrás que se mantengan bonitas e hidratadas y lo notarás el resto del año.