Como sabrás, en Acofarma tenemos la voluntad de acompañarte para que consigas tu bienestar a través de nuestros productos de calidad farmacéutica. Y queremos acompañarte a ti, y por supuesto a toda tu familia, incluso a los recién nacidos.
Por ello, además de ofrecerte una amplia variedad de soluciones para su higiene o de accesorios para su día a día, hoy queremos tratar uno de los temas que más preocupan a los padres primerizos con la llegada de un hijo.
Te lo contamos todo sobre los cuidados básicos que debes tener en cuenta en sus primeras semanas de vida.
La higiene del cordón umbilical
Ya te dimos en otro post algunos consejos para el baño del bebé, pero hoy queremos centrarnos en sus cuidados básicos de higiene durante los primeros días de vida. Con todo, uno de los aspectos que más dudas genera tiene que ver con la higiene del cordón umbilical. Como sabrás, a los 5-10 días del nacimiento, éste cae de forma natural, pero debemos asegurarnos de mantenerlo siempre limpio para evitar infecciones.
Para ello, una buena forma de asegurarlo es la siguiente: debes lavarlo con agua y jabón, curarlo con clorhexidina, lavarlo con suero fisiológico y después curarlo con alcohol de 70º.
Si en cualquier momento detectas problemas como secreciones, mal olor o inflamación de algún tipo, debes consultarlo con tu pediatra.
Cuidados básicos de higiene para el recién nacido
La limpieza del bebé, que debe realizarse a diario (sin importar que se le haya caído o no el cordón umbilical), debe realizarse en una habitación a temperatura óptima (entre 22 y 24 grados aproximadamente) y debes tener cuidado también con la temperatura del agua, que debería ser de unos 35 grados.
Durante este proceso, debes utilizar una pequeña cantidad de jabón neutro y una esponja natural que respete el pH de su piel y, antes de ponerle el pañal, tienes que asegurarte de que toda la zona queda bien seca, especialmente entre los pliegues de la piel.
Si quieres evitar problemas como la irritación en la piel de los bebés, el cambio de pañal debe incluir pasta al agua para suavizar la zona.
Consejos para las tomas de leche
Otra de las dudas más comunes con respecto a la llegada de un bebé tiene que ver con las tomas de leche.
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Si bien siempre deberás seguir las recomendación de tu médico o comadrona, una buen consejo es intentar evitar que pasen más de 3-4 horas entre toma y toma, tanto de día como de noche. La duración de cada toma será variable y depende exclusivamente del bebé, pues cada niño es diferente.
Tanto por el bienestar del bebé como de los propios padres, debemos intentar establecer rutinas de sueño desde el primer momento.
La recomendación general es la de alimentar ‘a demanda’, por lo que (tanto en lactancia como con leche artificial) deberás dejar de dárselo cuando se aparte del biberón o del pecho, ya que este movimiento significa que está satisfecho. Por normal general, durante los primeros 2 meses de vida, el recién nacido puede mamar entre 6 y 12 veces al día, y empezará a a disminuir a partir del tercer mes aproximadamente.
En cuanto a la postura, una de las más usuales es la que coloca el labio superior a la altura del pezón para después aproximarlo al pecho, aunque de nuevo con el tiempo encontrarás cuál es la más cómoda para ambos. Sí que es importante remarcar que la concentración de grasa es más alta al final de cada toma, por lo que es importante asegurarse de vaciar completamente un pecho antes de darle el otro en el caso de que sea necesario. De esta forma te asegurarás de que quede completamente saciado.
Además, recuerda ir alternando de pecho en cada toma. Un buen truco es el de utilizar una app de lactancia para llevar siempre la cuenta de cuál de ellos toca en la siguiente toma. La red está llena de aplicaciones muy útiles y con consejos prácticos y recursos para practicar la lactancia materna de la forma más cómoda y segura posibles.
A la hora de consultar al pediatra, es conveniente hacerlo cuando se da alguna de estas situaciones:
- Rechaza el pecho durante varias tomas seguidas.
- El aumento de peso semanal no es el esperado (entre 100 y 150 gramos por semana) o incluso pierde peso.
- Moja poco el pañal a lo largo del día o realiza menos de una deposición cada dos días.
- Si notas cambios en su comportamiento como irritabilidad o menos actividad, especialmente cuando se da alguno de los otros factores.
Otros consejos para el cuidado del recién nacido
Además de estos básicos de cuidados, aquí tienes algunas informaciones extra o consejos que pueden ser de gran utilidad, especialmente durante sus primeras semanas de vida.
- Es habitual que los bebés regurgitan después de tomar su leche, por lo que no debes preocuparte por ello. Normalmente, esto se da porque han tomado leche de más.
- En el caso de que veas que tu hijo no se queda satisfecho después de mamar, el problema puede venir por la posición en la que lo hace. Asegúrate de que la areola del pecho esté dentro de su boca, ya que succionando solo el pezón no conseguirá todo el alimento que necesita.
- Si por el contrario optas por el biberón, a la hora de dárselo es importante asegurarse de que no esté ingiriendo aire. Para ello, debes verificar que el biberón está lo suficientemente inclinado para que la leche ocupe la totalidad de la tetina y no se formen burbujas.
- Por lo que respecta a su temperatura, es habitual que tengan los pies y las manos frías durante las primeras semanas de vida. Lo que deberá servirte como guía es la piel a la altura de la tripa. Si está caliente y seca, se encuentra a la temperatura adecuada.
- Otro de los temas que más preocupan a los padres primerizos tiene que ver con la duración del sueño de un recién nacido. Lo habitual es que duerma entre 14 y 17 horas al día, aunque en algunos casos puede llegar a dormir hasta 19 horas. A partir de aquí, cada bebé tiene su propio patrón de sueño, y mientras que algunos son capaces de dormir unas 5 horas seguidas a partir del tercer mes, otros tienden a despertarse con mayor frecuencia.
Además de estos consejos y de las recomendaciones del personal médico, recuerda que el consejo farmacéutico puede resultar de gran ayuda especialmente en momentos como este, por lo que acudir a tu farmacia más cercana es una buenísima idea.