Después de una jornada de playa o piscina, la piel necesita unos cuidados específicos para contrarrestar los efectos de los rayos del sol sobre ella: rojeces, picor y, sobre todo, sequedad.
Para una correcta hidratación, la piel necesita entre un 10% y un 20% de agua en su capa más superficial. Si pierde esta barrera se vuelve frágil, áspera e, incluso, puede llegar a sufrir lesiones.
Por lo tanto, después del sol, es recomendable devolverle al cuerpo el agua que ha perdido y, así, mantener una piel joven e hidratada.
Cuidados de la piel después de tomar el sol
Al volver a casa de la playa debes instaurar una rutina para reparar tu piel. Esta debe constar de los siguientes pasos:
1. Limpia el rostro. Empieza por darle a la cara unos mimos extra y limpia esta zona del cuerpo con agua micelar. De esta manera, eliminarás los restos de crema solar, salitre o cloro.
2. Date una ducha con agua tibia. El agua caliente reseca la piel, potencia la descamación y acorta la vida del bronceado. Después de la playa, además, lo que apetece es una ducha con agua fresquita o templada que activa la circulación y ayuda a bajar la temperatura del cuerpo.
3. Aplica un aftersun. Aunque no te hayas quemado con el sol, utiliza un aftersun después de la ducha. Este tipo de producto contiene más activos antirradicales libres y calmantes que la crema hidratante habitual, puesto que nutre, proporciona un alivio inmediato y calma los efectos provocados por la radiación ultravioleta.
Aunque no te hayas quemado con el sol, siempre utiliza aftersun después de la ducha.
4. Bebe agua. Después de tomar el sol es importante aumentar el consumo de agua para evitar que el cuerpo se deshidrate y aparezcan síntomas como el dolor de cabeza, la fatiga o los dolores musculares.
Después del sol lo más importante es devolverle al cuerpo el agua que ha perdido.
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5. Toma fruta fresca. Otra forma de hidratarse es ingerir alimentos ricos en agua como la fruta o las verduras. Estos, además, son fáciles de digerir, algo que tu cuerpo agradecerá en los meses de mayor calor.
Qué hacer si te has quemado la piel con el sol
Si al llegar a casa, tras una exposición solar prolongada, compruebas que han aparecido rojeces en ciertas zonas de tu cuerpo, has de tener en cuenta los siguientes consejos:
- Utiliza aloe vera para calmar y regenerar la piel después de la ducha. Esto ayuda a reducir la hinchazón y la irritación de las zonas quemadas.
- Aplica una crema a base de urea para evitar pelarte. Si ves que la sequedad y la descamación van en aumento con el paso de los días, este tipo de cremas te ayudará a nutrir y regenerar la zona.
- Evita la exfoliación para no irritar más la piel. Aunque represente una práctica recomendada para potenciar y alargar el bronceado, espera a que se te cure la quemadura para volver a exfoliarte.
- Toma vitamina E para ayudar a la recuperación de la piel. Este ingrediente tiene un gran poder cicatrizante y se puede encontrar en alimentos como la soja, las nueces, las almendras o el brócoli.
¿Por qué es bueno tomar el sol?
Si cuidamos de nuestra piel adecuadamente, tomar el sol tiene grandes beneficios para la salud. Nos recarga de energía, mejora el estado de ánimo y ayuda a reducir los efectos de algunas afecciones cutáneas como el acné, la dermatitis o la psoriasis.
El sol también ayuda al organismo a generar vitamina D que es fundamental para la absorción y depósito de calcio en los huesos. Además, potencia nuestras defensas ya que aumenta el número de glóbulos blancos o linfocitos, las células que luchan contra una infección.
¿Cómo y cuándo se debe tomar el sol?
Para evitar riesgos en tu piel, recuerda estas recomendaciones para tomar baños de sol seguros:
• Poco tiempo y varias veces. Se recomienda tomar el sol en períodos cortos de media hora durante varias veces al día.
• Evita las hora centrales del día. Los expertos de la salud advierten que lo más sano es exponerse antes de las diez de la mañana o después de las cuatro de la tarde. Sin olvidarse que ¡en días nublados las radiaciones ultravioleta también son peligrosas!
• Utiliza siempre protector solar. Elige una crema adecuada al tipo de piel y el grado de radiación. Además, ponte gafas y sombrero.
Siguiendo estos consejos, podrás cuidar de tu piel después de tomar el sol, manteniéndola sana y bonita.