Por qué se me tapa la nariz por la noche si no tengo gripe

Artículo revisado por Montserrat Enrique
Farmacéutica y Directora Técnica de Acofarma

¿Se te tapa la nariz por la noche y no puedes dormir? No te preocupes. Es un problema frecuente, que nos recuerda la importancia de las vías respiratorias altas en el buen funcionamiento de nuestro sistema respiratorio. Si quieres saber qué causa la congestión nasal por la noche y qué podemos hacer para mantener una buena higiene nasal y evitar el taponamiento de la nariz, lee con atención este artículo. ¡Seguro que te ayudará!

¿Conoces la anatomía y las funciones de la nariz?

La nariz es el órgano del olfato y la puerta de entrada principal al sistema respiratorio. A través de sus orificios nasales, conocidos también como narinas, permite la entrada del aire inspirado hacia ambas fosas nasales, recubiertas de una membrana mucosa y separadas entre sí por el tabique nasal.

La membrana mucosa, delgada y húmeda, tiene la función de filtrar (junto a los vellos de la nariz), calentar y humedecer el aire que respiramos. Es indispensable que esté lo suficientemente húmeda para atrapar partículas extrañas del exterior (polen, suciedad, polvo) que pueden sernos nocivas, y evitar que aparezcan problemas.

¿Quieres saber cuáles son las principales causas de congestión nasal?

Aunque la incomodidad de no poder respirar correctamente por la nariz nos acompaña todo el día y nos impide percibir los olores y los sabores, hacer ejercicio o realizar las tareas diarias con normalidad, es durante la noche cuando se hace especialmente molesta, ya que puede alterar nuestro descanso y nos pasará factura al día siguiente.

La rinitis, inflamación de la membrana mucosa, y la sequedad nasal, propia de los climas y ambientes secos (calefacción y aire acondicionado), son las dos causas más frecuentes de congestión nasal nocturna. Asimismo existen otras como por ejemplo:

  1. Los fármacos
  2. Los pólipos o tumoraciones
  3. La posición recostada
  4. La sequedad ambiental
  5. La sinusitis
  6. El tabique nasal desviado

¿Te apetece profundizar un poco más en la rinitis?

La rinitis es un proceso inflamatorio caracterizado por la presencia de obstrucción en la nariz, rinorrea (secreción nasal), picor y estornudos. ¿Te resultan familiares estos síntomas?

La rinitis puede clasificarse de dos maneras:

    1. En función de su duración:
      Rinitis aguda (corta duración)
      Rinitis crónica (larga duración)

 

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  1. En función de qué las produce:
    Rinitis alérgica, que muy frecuentemente se acompaña de conjuntivitis (rinoconjuntivitis), en la que un alérgeno (ácaros, pólenes, epitelios de animales, etc.) provoca una reacción del sistema inmunitario en una persona previamente sensibilizada.
    Rinitis no alérgica, debida a infecciones (sobre todo víricas, que es la causa más frecuente de rinitis), irritantes ambientales (polvo, contaminación, humo del tabaco, vapores de productos químicos u olores fuertes, como perfumes), cambios de temperatura o humedad, anomalías anatómicas, alteraciones hormonales, medicamentos (aspirina, ibuprofeno o, ¡cuidado!, descongestionantes nasales usados en exceso), alimentos (picantes o calientes), bebidas (alcohólicas) o de causa desconocida (idiopáticas).
Los bebés y los niños son especialmente susceptibles a la congestión nasal, porque tienen unos conductos muy finos que se taponan con facilidad, por lo que la rinitis y la rinosinusitis son muy frecuentes en los más pequeños.

¿Qué puedes hacer para evitar o mejorar la congestión nasal nocturna?

Humidificar el aire, tener el dormitorio limpio y ventilado, huir de los cambios bruscos de temperatura, beber abundantes líquidos (agua, zumos naturales, infusiones o caldos), moderar la ingesta de alcohol, abandonar el hábito tabáquico y evitar el consumo de lácteos (que crean mucosidad) son medidas útiles para prevenir el taponamiento de la nariz.

Si la prevención falla, existen una serie de remedios útiles para mejorar la congestión nasal, como la colocación de compresas húmedas y calientes sobre la nariz, los vahos de eucalipto o menta, la elevación de la cabeza al acostarse o los masajes circulares sobre los senos paranasales (mejillas, nariz y entrecejo).

Pero si hay una medida útil tanto en la prevención como en el manejo de la congestión nasal es mantener una buena higiene nasal con la ayuda del lavado nasal, ya sea con suero fisiológico o con agua de mar isotónica, que puede usarse incluso, en formato infantil, a partir de los 6 meses.

La limpieza nasal con agua de mar es muy importante porque:

  1. Ayuda a prevenir las complicaciones de la rinitis, como la sinusitis (acumulación de mucosidad en los senos paranasales)
  2. Fluidifica y nutre la mucosa nasal (la humidifica y le aporta oligoelementos) y ayuda a eliminar las costras
  3. Permite una mejor ventilación, lo que lleva a un mayor bienestar y a un descanso reparador

Aunque puedes utilizar el agua de mar isotónica siempre que lo necesites, te recomendamos que sigas la siguiente pauta de lavado nasal: si no tienes afecciones, realiza una limpieza nasal semanalmente. En cambio, si estás resfriado o tienes congestión nasal, realízala a diario.

Aquí tienes algunas indicaciones para conseguir una buena limpieza nasal con agua de mar isotónica:

  1. Coloca la cabeza sobre el lavabo e inclínala suavemente hacia la izquierda
  2. Introduce la boquilla del dispositivo en la fosa nasal derecha y presiónalo para que el agua de mar llegue a la nariz
  3. Ajusta la inclinación de la cabeza para que la solución llegue bien a la garganta o hacia los oídos
  4. A continuación, repite el proceso con la fosa nasal izquierda
  5. Para terminar, suénate suavemente para retirar el agua y el moco restantes
  6. Y no olvides respirar por la boca durante el lavado

Ahora que ya sabes qué causa la congestión nasal nocturna y qué puedes hacer para prevenirla o mejorarla, permítenos un último consejo: si te surge alguna complicación, si te sangra la nariz, si tienes fiebre, dolor o cefaleas o si necesitas descartar otras afecciones, ¡no te olvides de consultarlo todo con tu médico!

Montserrat Enrique

Farmacéutica y Directora Técnica de Acofarma

Con una amplia trayectoria profesional como Directora Técnica en destacadas compañías del sector farmacéutico, Montserrat Enrique es licenciada en Farmacia y ha cursado un Postgrado en Sistemas de Calidad en la Industria y la Investigación Farmacéutica en la Universidad de Barcelona.

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