La halitosis es un olor muy desagradable que procede habitualmente de la boca, la cavidad nasal, los senos o la faringe.
También conocido como mal aliento, una gran parte de la población sufre este proceso por lo menos una vez a lo largo de su vida.
Causas de la halitosis
Existen diferentes causas que explican la presencia de mal aliento:
- Afecciones de la boca.
- Los alimentos que ingerimos.
- El tabaco.
- Los medicamentos.
- Patologías respiratorias o digestivas.
La boca
En más del 60% de los casos la halitosis se explica por una mala higiene bucal.
No cepillarse los dientes entre dos y tres veces al día y no usar el hilo dental a diario es la principal causa de aparición del mal aliento. Restos de comida se quedan entre los dientes y las encías e incluso sobre la lengua, generando una película incolora y pegajosa de bacterias que provoca mal olor.
Para intentar contrarrestar este efecto, tu mejor aliada será la saliva, pues es la encargada de arrastrar las partículas que provocan el mal aliento.
Si no nos cepillamos correctamente la placa de bacterias que va creciendo en las estructuras de nuestra boca, se termina formando una bolsa llena de bacterias (placa) que, sin tratamiento, puede dañar los tejidos y destruir el hueso que sostiene los dientes. Esta enfermedad se conoce como periodontitis y, al retraerse las encías, puede hacer que nuestros dientes se aflojen.
Sin llegar a este extremo, cabe tener en cuenta que una correcta higiene bucal es esencial para luchar contra el mal aliento.
Otra de las causas de la halitosis son las infecciones de la boca. Por ejemplo, si hemos ido al dentista y nos ha realizado una extracción o cualquier otra cirugía, es posible que si se infecta provoque mal aliento. Otras infecciones que pueden producir mal aliento son las llagas bucales, las caries u otras afecciones de las encías.
La saliva es una aliada a la hora de eliminar bacterias y toxinas. Sin embargo, si no bebemos suficientes líquidos como para producirla en unos niveles mínimos, no podremos eliminar las partículas y las bacterias que provocan el mal aliento.
Dicho de otro modo: una boca seca también puede producir halitosis.
Los alimentos
La causa que te vamos a explicar ahora está estrechamente vinculada a la falta de higiene bucal. En ocasiones algunos alimentos no se digieren bien y partículas relativamente grandes quedan atrapadas entre nuestros dientes.
Existen alimentos que, una vez atrapados en nuestra boca, producen más olores que otros. Nos referimos, por ejemplo, al ajo, la cebolla, los productos lácteos (leche y quesos), el atún enlatado, el rábano picante y las especias.
El tabaco
Que el tabaco es malo para tu salud ya lo sabes y no vamos a descubrirte nada nuevo. Lo que sí podemos hacer es darte una razón más para dejar de fumar.
Fumar provoca su propio olor desagradable, que cualquier no fumador es capaz de detectar a gran distancia. ¿Sabías, por ejemplo, que quienes fuman suelen tener las encías inflamadas de forma mucho más habitual que aquellos que no fuman? Justo hace un momento hemos comentado que tener las encías enfermas es otra de las causas del mal aliento.
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Los medicamentos
Por un lado, algunos medicamentos tienden a secar la boca e, indirectamente, pueden convertirse en impulsores del mal aliento. Por el otro, cuando se descomponen en el estómago algunos medicamentos generan sustancias químicas que se transportan por todo el cuerpo y terminan expulsándose a través del aliento.
Patologías respiratorias o digestivas
Existen algunas patologías del sistema respiratorio que provocan mal aliento:
- La inflamación de la mucosa de la nariz y los senos paranasales (rinosinusitis).
- La obstrucción nasal por malformaciones.
- Enfermedades que provocan infecciones de las cavidades nasales.
- La secreción nasal constante, conocida como rinorrea.
- La desviación del tabique nasal.
- Amigdalitis.
- Inflamación del tejido que se encuentra detrás de la cavidad nasal (adenoides).
- Bronquitis.
- Neumonías y abscesos pulmonares.
- Algunos carcinomas de pulmón y algunos carcinomas de laringe.
La mayoría de especialistas está de acuerdo en afirmar que los casos de mal aliento asociados a problemas en el aparato digestivo son poco frecuentes, pero no imposibles.
Entre las principales causas encontramos.
- Infecciones provocadas por la bacteria Helicobacter pylori.
- Gastritis.
- Úlceras gastroduodenales.
- Reflujo gastroesofágico.
Tratamiento del mal aliento
Al hablar de las causas de la halitosis hemos encontrado algunas de las claves que pueden ayudarnos a tratarla o, por lo menos, a reducir su impacto en nuestra vida cotidiana.
El mejor tratamiento para el mal aliento es la prevención:
- Cepillarse los dientes después de cada comida.
- Usar seda dental.
- Limpiarse la lengua con regularidad.
- Si fumas, déjalo inmediatamente.
- Evitar comidas con exceso de especias o los alimentos que comentábamos antes.
- Reduce o evita el consumo de alcohol y de café.
- No consumir o reducir la ingesta de alimentos muy ricos en grasas.
- Beber mucha agua. Hasta dos litros de agua al día.
- Intentar respirar siempre por la nariz.
No camufles el mal olor
A veces no podemos prevenir el mal aliento porque existen razones que van más allá de nuestro cuidado y de nuestra capacidad de reacción.
Cuando sufrimos mal aliento por algún alimento que hayamos comido o estemos digiriendo, es posible que pensemos que la mejor manera de solucionarlo es tapando el olor masticando un chicle o un caramelo.
¡Cuidado! Los olores de un alimento que comiste pueden mantenerse durante varias horas hasta que son plenamente digeridos por tu aparato digestivo. Esto ocurre, por ejemplo, incluso si te cepillaste los dientes justo después de comer.
Para intentar contrarrestar este efecto te recomendamos apoyarte en tu principal aliada, la saliva, que será la encargada de arrastrar las partículas que provocan el mal aliento.
¿Qué alimentos producen más saliva? Toma nota: las infusiones, el limón, el perejil, la manzana e incluso un buen plato de zanahorias.
Está demostrado que es más habitual presentar halitosis al despertar por la mañana, cuando la boca ha estado en reposo y la producción de saliva ha sido muy escasa.
El mal aliento puede aparecer a cualquier edad, aunque suele ser más habitual en personas mayores de 50 años. Con todo, tengas la edad que tengas, si sufres halitosis, recuerda que el consejo farmacéutico puede ayudarte a combatirlo.