Así funciona la nutrición funcional

Los expertos en nutrición están de acuerdo: seguir una dieta sana, variada y equilibrada es la mejor manera de preservar la salud y prevenir ciertas enfermedades.

Sin embargo, en las últimas décadas, una parte considerable de la población ha abandonado los hábitos de alimentación saludable a raíz de nuevos estilos de vida: comer fuera de casa, la ingesta de alimentos ultraprocesados y la proliferación de comida basura, todo ello en un contexto de falta de tiempo para cocinar y una gran oferta de alimentos que dificulta la toma de decisiones saludables. 

Si seguimos una dieta equilibrada ya dispondremos en nuestro organismo de todos los micronutrientes y macronutrientes que necesitamos y, por lo tanto, ya será funcional.

Como consecuencia de esta situación, cada vez escuchamos más hablar de los conocidos como alimentos funcionales, que pueden compensar los desequilibrios alimentarios y garantizar las ingestas de nutrientes recomendadas por los especialistas. 

¿Qué es un alimento funcional?

Los alimentos poseen nutrientes funcionales si se demuestra que tienen un efecto beneficioso sobre una o varias funciones específicas en el organismo, más allá de los efectos nutricionales habituales, siendo esta característica relevante para la mejora de la salud y el bienestar.  

Los nutrientes funcionales se consumen como parte de la dieta diaria y contienen ingredientes biológicamente activos, ofreciendo beneficios para la salud y reduciendo el riesgo de alteraciones metabólicas o incluso enfermedades crónicas. 

La última característica de los alimentos con nutrientes funcionales es también esencial: sus efectos beneficiosos como “supernutrientes” deben haber sido probados científicamente

Es importante resaltar que si seguimos una dieta equilibrada ya dispondremos en nuestro organismo de todos los micronutrientes y macronutrientes que necesitamos y, por lo tanto, ya será funcional. Dicho de otra manera: no será necesario ingerir un complemento de alimentos funcionales porque no existen carencias nutricionales. 

¿Cuáles son los principales nutrientes funcionales?

Los alimentos con nutrientes funcionales siguen siendo alimentos, de manera que si encontramos reclamos publicitarios de estos nutrientes en píldoras, cápsulas, polvos o cualquier otra forma de presentación, deberían saltar todas nuestras alarmas: cualquier nutriente presentado en alguno de estos formatos no puede llamarse así.  

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Aclarada esta cuestión, veamos a continuación cuáles son los principales nutrientes funcionales: 

  • Omega 3. Los ácidos grasos omega 3 son un tipo de grasa poliinsaturada. Estas grasas nos ayudan a proteger el corazón previniendo la formación de trombos. Gracias a su acción antiinflamatoria también nos ayuda cuando sufrimos artritis reumatoide, la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa e incluso lupus.  
  • Colina. Es un nutriente esencial soluble en agua. Cumple tres grandes funciones: mantiene la integridad estructural y las funciones de señalización de las membranas celulares, facilita la neurotransmisión en nuestro cerebro y es también una fuente muy importante para los grupos metilo gracias a su metabolito. 
  • Vitaminas antioxidantes.  Nos referimos a la vitamina A, la vitamina C y la vitamina E, que desempeñan un papel importante en las enfermedades relacionadas con el envejecimiento y algunos tipos de cáncer. 
  • Calcio. Ayuda a formar y proteger dientes y huesos. Está considerado el mineral más importante vinculado al crecimiento. Además, el mantenimiento de niveles adecuados de calcio a lo largo de toda la vida ayuda a prevenir la osteoporosis.
  • Magnesio. Este mineral ayuda a regular nuestro sistema nervioso, la actividad del corazón, las arterias y la transmisión de los impulsos nerviosos a los distintos músculos. 
  • Zinc. Ayuda a nuestro sistema inmunitario a combatir bacterias y virus. Además, participa en la división y crecimiento de las células, así como en la cicatrización de heridas y en el metabolismo de los carbohidratos. 

Los alimentos funcionales

Entre los principales alimentos con nutrientes funcionales podemos encontrar:

  • Leches enriquecidas con diversos nutrientes, como por ejemplo con ácidos grasos omega 3, ácido oleico, ácido fólico, calcio, vitaminas A y D, fósforo y zinc. 
  • Leches infantiles, tanto de iniciación como de continuación, con ácidos grasos y con vitaminas y minerales. 
  • Yogures enriquecidos con calcio o con vitaminas A y D. 
  • Leches fermentadas con ácidos grasos omega 3 y ácido oleico o con bacterias probióticas específicas. 
  • Margarinas enriquecidas con fitoesteroles, que ayudan a disminuir la concentración de colesterol en sangre y el riesgo de enfermedad cardiovascular. 
  • Huevos enriquecidos con ácido omega 3. 
  • La sal yodada, que es rica en yodo, un elemento químico que facilita la fabricación de hormonas tiroideas, imprescindibles para un adecuado desarrollo físico y psíquico. 

¿Para quién es y quién puede consumirlos?


Cualquier persona puede beneficiarse de esta nueva tendencia en alimentación, aunque la nutrición funcional está especialmente indicada en aquellas personas que tengan necesidades nutricionales especiales, como por ejemplo: 

  • Mujeres embarazadas.
  • Niños.
  • Personas con carencias nutritivas específicas.
  • Personas con intolerancias a determinados alimentos.
  • Colectivos con riesgos de sufrir determinadas enfermedades (cardiovasculares, gastrointestinales, osteoporosis y diabetes).
  • Personas mayores.

Los superalimentos o superfoods

El término superalimento (o superfood en inglés) se refiere a alimentos que encontramos 100% de manera natural. Aunque a menudo se refieren más bien a una moda publicitaria, es cierto que estos alimentos poseen una gran concentración de vitaminas y minerales que los hacen altamente nutritivos. 

Algunos superfoods son ricos en polifenoles, que a grandes rasgos podemos definir como sustancias que se encuentran en las plantas y determinados alimentos (como las uvas y las zanahorias) para darles olor y sabor. Existen dos grandes grupos, los flavonoides y las isoflavonas. Los polifenoles se convierten en antioxidantes naturales al luchar contra los radicales libres.   

Seguramente hayas oído hablar de los superalimentos antes, pero aquí te traemos los imprescindibles: 

  • Té verde
  • Quinoa
  • Cacao
  • Brócoli
  • Chía
  • Arándanos
  • Frutos secos
  • Kale
  • Calabaza


Aunque los beneficios de los superalimentos están científicamente demostrados, cada persona tiene su propio ritmo metabólico y necesidades nutritivas específicas. Por esta razón, es conveniente consultar con tu nutricionista o tu dietista antes de realizar una dieta rica en estos alimentos. Recuerda, además, que el consejo farmacéutico puede ser de gran ayuda para que encuentres los mejores productos.   

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