El verano está a la vuelta de la esquina y con él regresan las picaduras de insectos.
Estos animales forman parte de los artrópodos, el filo más numeroso y diverso del reino animal. La principal característica de los insectos es que son animales invertebrados dotados de un esqueleto externo y apéndices articulados.
Como norma general, están dotados de un exoesqueleto de quitina, un cuerpo dividido en tres partes (cabeza, tórax y abdomen), tres pares de patas articuladas, ojos compuestos y un par de antenas.
Los insectos se pueden dividir en dos grandes grupos:
- Los que son venenosos y pueden picar: las avispas, las abejas, los abejorros, las hormigas, las arañas y los escorpiones.
- Los que son parásitos y pueden chupar: los mosquitos, los tábanos, las pulgas, las chinches, los ácaros y las garrapatas.
¿Por qué los insectos pican más a unos que a otros?
La clave está en que las personas exhalan dióxido de carbono y sudan ácido láctico, por los que los insectos se sienten atraídos. De esta manera, cuanto más se respira y suda, más se “huele” y más probable es que un mosquito, por ejemplo, se acerque a la persona.
En este sentido, los adultos son los más propensos a recibir picaduras, y en especial las personas altas, las mujeres embarazadas o los que sufren de sobrepeso.
Los insectos se sienten atraídos por el dióxido de carbono ****que exhalamos ****y el ácido láctico que sudamos.
En el caso de los niños, las picaduras también son habituales en verano. Los principales síntomas de que nuestro hijo ha recibido una picotada son dolor, hinchazón, enrojecimiento e incluso urticaria. La mejor manera de saber si ha sido víctima de un insecto es revisando las zonas de piel que puedan tener al descubierto, como cuello, brazos y piernas.
¿Cómo podemos evitar sus picaduras?
Existen diferentes estrategias que pueden ayudar a mantener los insectos alejados durante los meses estivales:
- Emplear repelentes de insectos que los mantengan a raya.
- Evitar estar al aire libre entre el atardecer y el amanecer, que es cuando hay mayor cantidad de mosquitos.
- Esquivar zonas con aguas estancadas, como piscinas, estanques, charcas y embalses.
- Utilizar una indumentaria que cubra toda la piel y que no sea de colores brillantes, especialmente al anochecer.
- Descartar los perfumes con olores fuertes.

Repelente de insectos adultos
La protección más eficaz ante los insectos del verano. Combate a los mosquitos, e incluso mantiene a raya el mosquito tigre.
¿Cómo las identificamos?
Las picaduras pueden producir reacciones muy diferentes, desde un leve enrojecimiento de la piel, pasando por hinchazón, escozor, hipersensibilidad y, en el peor de los casos, anafilaxia, una reacción alérgica grave que puede poner en riesgo la vida.
Las marcas que dejan cada uno de estos insectos es diferente y provocan reacciones diversas. Las huellas más habituales en verano son las de mosquito, araña, abeja, avispa y hormiga.
Picadura de mosquito
Suele ser la más frecuente. Unos minutos después del pinchazo aparece un pequeño bulto hinchado y enrojecido.
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En ocasiones aparece un punto rojo en el centro y pueden llegar a picar mucho, de manera que quien recibe esta picadura tiende a rascarse para sentir alivio. Este intenso picor se debe a la saliva que desprende el mosquito después de haber succionado la sangre, pues tiene una proteína con efectos anticoagulantes ante la que el cuerpo reacciona liberando histamina.
Mordedura de araña
A diferencia de los mosquitos, las arañas muerden. También dejan la piel hinchada y enrojecida. Esta mordida es fácil de identificar porque deja dos picotazos ligeramente separados el uno del otro.
Dependiendo de la araña, su dentellada será más o menos grave. Algunas inyectan veneno, pero la inflamación termina desapareciendo con el paso del tiempo.
Picadura de abeja o picadura de avispa
Las dos picaduras causan dolor inmediato y un enrojecimiento de la zona que puede alcanzar un centímetro de diámetro alrededor del punto exacto del pinchazo. En ocasiones aparece un punto rojo y otro blanco.
La mejor manera de diferenciar este tipo de picadura es a través del aguijón. Las abejas solamente pican si consideran que se encuentran en situación de peligro extremo. Su aguijón está conectado al abdomen y tiene forma de sierra, de manera que cuando pican se queda enganchado a la piel, lo que las lleva a la muerte.
El aguijón de las avispas, en cambio, es liso, lo que les permite picar varias veces porque puede entrar y salir de la piel sin dificultad. El veneno de las dos especies puede producir alergias, aunque suelen ser poco frecuentes, especialmente en el caso de las abejas.
Mordedura de hormiga
Como las arañas, las hormigas también muerden. La mordida de hormiga está considerada una de las más desagradables y dolorosas de todos los insectos a causa de los ácidos tóxicos que componen su veneno.
Dependiendo de la especie de hormiga que pique, pueden aparecer ampollas llenas de pus.
Tratamientos contra las picaduras y mordeduras
La gran mayoría de las reacciones a las picaduras y mordeduras son leves y no necesitan mayor atención. El organismo absorbe y combate el veneno de cada insecto y las molestias típicas acaban desapareciendo en uno o dos días.
En el caso de reacciones leves ante una picadura o mordedura, conviene:
- Alejarse de la zona donde se ha producido la picadura para evitar otras.
- Quitar el aguijón en caso de que siga en la piel (si nos referimos a las abejas).
- Lavar el área con agua y jabón.
- Aplicar un calmante específico.
- Si fuera necesario, tomar un antihistamínico puede ayudar a reducir la picazón.
Si se producen los siguientes síntomas, conviene buscar atención médica urgente:
- Dificultad para respirar.
- Hinchazón de los labios o la garganta.
- Mareos, desmayos o confusión.
- Ritmo cardiaco más acelerado de lo habitual.
- Náuseas o vómitos.
El aumento de las temperaturas y la abundancia de alimento permite a los insectos proliferar en verano más que en otras épocas del año. Para protegerte de sus picaduras te recomendamos que consultes con tu farmacéutico de confianza el producto que mejor se adapte a tus necesidades.