Como padres, a todos nos gustaría que la primera visita al dentista de nuestros hijos fuera fácil e incluso agradable. Puestos a imaginar, nos encantaría que las visitas al dentista fueran un aprendizaje de buenos hábitos y que vieran en este especialista tan importante para nosotros una figura amable en la que confiar. En definitiva, que en cada revisión anual, en lugar de pegas encontráramos ganas por parte de los niños. Pero, desgraciadamente, en la mayoría de casos esto no suele ser así. La visita al dentista, por lo general, causa ciertos ‘vértigos’ en los más pequeños. Así que, ¿dónde está el problema?
Cada casa y cada familia es un mundo, pero en estas líneas intentaremos mostrar algunas de las causas que pueden provocar que ir al dentista de más miedo que otra cosa. Además, compartiremos algunas ideas para que ir al dentista con los niños sea algo mucho más constructivo. ¿Vamos allá?
¿Cuándo llevar a mi hijo al dentista por primera vez?
Quizás esta sea una de las principales causas y por la que podemos empezar a poner solución. Quizás estamos tardando demasiado en llevar a los niños al dentista. Según recomiendan los odontólogos a día de hoy, lo ideal es que las niñas y niños acudan al especialista durante su primer año de vida y, a partir de ahí, se realice una revisión una vez al año.
Durante esta primera visita, el odontopediatra se ocupa de revisar el crecimiento de los dientes y de asegurarse sobre todo de que no existan anomalías que puedan intervenir en el correcto desarrollo de la erupción dentaria.
Lo ideal es que los niños acudan al especialista durante su primer año de vida y, a partir de ahí, se realice una revisión una vez al año.
Además, esta primera visita resulta muy útil para aconsejar a los padres sobre la correcta higiene bucodental de sus hijos. Aunque quizás lo más importante de todo es que ya estaremos familiarizándonos con el dentista desde pequeños. Cuanto antes normalizamos, antes perdemos el miedo.
El ejemplo está en casa: el papel de los padres
La actitud de los padres ante la salud dental es el mejor mensaje que se puede lanzar a los pequeños para normalizar al máximo las revisiones periódicas al dentista. ¿Qué papel están cumpliendo los padres con la higiene dental en casa? Para que los pequeños se acostumbren al hecho de visitar a un dentista o la necesidad de mantener una boca siempre limpia, los padres deben mostrarse tanto estrictos como naturales en relación a la higiene dental.
Existen varios consejos que se pueden poner en práctica para asegurarse de que entienden la relevancia de esta cuestión. Como siempre, predicar con el ejemplo es de vital importancia.
- Ser constantes con la propia rutina de higiene bucodental y cepillarse delante de los niños para que crezcan con este modelo de conducta en casa.
- Supervisar que se los más pequeños de la casa se cepillan correctamente los dientes e incluso incentivarlos con juegos. Las listas de tareas o las tablas de puntos son buenísimas ideas para asegurarse de que entienden la importancia de estas rutinas.
- Visitar el dentista una vez al año e incluso llevar a los niños de acompañante cuando sean más mayores hará que normalicen la situación y la visita anual al dentista sea simplemente una más. Es muy recomendable ir al dentista en familia.
- Evitar consumir delante de ellos alimentos con demasiado azúcar ayudará a que entiendan la importancia de no tomarlos en exceso para gozar de una buena salud bucodental.
¿Cómo preparar a un niño para ir al dentista?
Una preocupación tremendamente lógica para cualquier madre o padre. A la hora de preparar a los más pequeños para su primera visita al dentista, el primer paso es encontrar un médico de confianza, sobre todo con el que los padres se sientan cómodos. En definitiva: padres tranquilos, niños tranquilos.
Por otro lado, lo mejor es contar con una odontopediatra. ¿El motivo? Además de que suelen estar acostumbrados clínicamente a tratar con niños porque se trata de su especialidad, sus clínicas son un espacio mucho más amigable para ellos.
Si queremos evitar cualquier tipo de problema con la visita al dentista, lo más importante es explicar a los niños la importancia de cuidar sus dientes y hablarles del dentista como de un ‘amigo’, alguien que les ayudará a conseguir que tengan los dientes siempre sanos. Existen muchos recursos en la red como vídeos o canciones que podemos mostrarles y prepararles para el primer día.)
Acompañándolos, poniéndose en su lugar y siguiendo estos consejos hará que la experiencia del dentista sea mucho más positiva de lo que uno se puede imaginar.
Superar el miedo y los nervios antes de ir al dentista
Es habitual pensar que será difícil que los niños dejen de tener miedo al dentista. Quizás aquí está la clave. Si un padre piensa así, lo más seguro es que los pequeños también. El mensaje es fácil: a todo el mundo le gusta ir al dentista. Pero, ¿por qué? Pues porque es bueno para toda la familia.
Por este motivo es importante, para empezar, ser conscientes de que a la hora de hablar del personal médico debemos hacerlo siempre en clave positiva, evitando cualquier tipo de comentario negativo. Además, explicarles la importancia de la rutina de higiene bucodental e incluso convertirla en un juego diario puede ayudar a los pequeños de la casaa desarrollar una relación sana con sus visitas al dentista.
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De hecho, las rutinas y los buenos hábitos serán los que marquen el futuro de esta relación entre dentistas y niños. No olvidemos que son muchos años de relación, así que cuanto más positiva sea, mejor para convertir en alegres estas rutinas.
Rutinas básicas de higiene dental con los más pequeños
Establecer unos buenos hábitos desde bien pequeños puede ser clave para garantizar una buena salud bucal y, sobre todo, para construir una actitud positiva al respecto. Además, si tenemos en cuenta que en el caso de los bebés pueden producirse ciertos problemas vinculados a su elevado consumo de lácteos, no está de más introducir algunas actividades que les vendrán bien a toda la familia.
Por ejemplo, el uso de una pequeña gasa para limpiarles las encías después de cada toma es algo muy recomendado. Simplemente se trata de pasarla con cuidado y suavidad.
Cepillo dental de silicona
Los restos de comida son peligrosos para la boca del bebé, ya que pueden ocasionar infecciones como la temida caries del biberón. Con la ayuda de este dedal, podrás retirar con facilidad restos de leche o comida que hayan quedado acumulados, y mantener así su boca en perfectas condiciones.
A partir de los 6 meses y con la aparición de los primeros dientes, podemos comenzar a introducir los productos de higiene bucodental adecuados para estas edades, como el dedal de silicona, que ayudará a retirar cualquier tipo de resto con más facilidad en caso de que no se haya detectado.
Finalmente, una vez que las arcadas superior e inferior estén completas, podemos empezar a introducir el cepillado. Es importante acompañar esta nueva rutina con juegos y, sobre todo, con el uso de un cepillo suave de cabezal pequeño.
No hace falta decir que para más detalles sobre el cepillado en niños consultes a tu dentista de confianza.
Y antes de terminar te recomendamos este concepto: actitud.
¡Esperamos verte siempre con sonrisas blancas y sanas!