¿Qué son las plantas medicinales?
Se llaman plantas medicinales a aquellas que cuentan con propiedades que pueden curan o aliviar alguna patología o malestar físico.
Desde tiempos ancestrales, estas plantas han sido empleadas por diferentes culturas alrededor del mundo debido a los beneficios que ofrecían para la salud, llegando a conformar la base de gran parte de la medicina tradicional. Tanto es así, que a día de hoy muchas de estas plantas siguen consideradas como remedios propios frente a una numerosa cantidad de molestias y enfermedades.
Además, las plantas medicinales han supuesto a lo largo de la historia grandes avances científicos gracias a sus principios activos. Su impacto ha sido tan relevante que han contribuido significativamente al desarrollo de la medicina moderna. De hecho, muchos de los principios activos presentes en estas plantas son la base de algunos de los medicamentos que utilizamos en la actualidad y una de las fuentes más importantes que existen para el descubrimiento y desarrollo de fármacos.
Entre los ejemplos más conocidos se encuentra la aspirina, formulada con ácido acetilsalicílico, un compuesto que deriva de un producto natural existente en la corteza del sauce blanco. Durante muchos años fue el analgésico más vendido del mundo, y todavía hoy continúa siendo una de las opciones más utilizadas en el alivio sintomático de dolores leves o moderados y en estados febriles.
Pero este es solo un ejemplo. El universo de las plantas medicinales está formado por más de 28 mil especies naturales de todas las partes del mundo. Y, a pesar de que haya muchas que apenas se aprovechen debido la escasa documentación científica que las avala, existen otras cuyos beneficios están más que demostrados.
¿Para qué sirven las plantas medicinales?
Las plantas medicinales ofrecen una amplia gama de beneficios gracias a los compuestos químicos que contienen, como alcaloides, flavonoides, taninos o aceites esenciales. Estos compuestos actúan en el cuerpo humano de diferentes maneras, por lo que son útiles para aliviar problemas digestivos, fortalecer el sistema inmunológico o reducir la inflamación, entre otros. Además, tienen la ventaja de ser una alternativa más natural y, en muchos casos, menos agresiva que otras opciones terapéuticas.
A continuación, veremos algunas de las plantas medicinales más conocidas y cómo pueden ayudar a tu salud.
- El anís verde es una planta utilizada desde el siglo V a. C. muy conocida por sus propiedades digestivas. Es ideal para tratar problemas como digestiones pesadas, hinchazón o gases. Además, contribuye al buen funcionamiento de las vías respiratorias.
Sus frutos son ricos en anetol y otras sustancias con propiedades reconocidas por la Agencia Europea del Medicamento. Se acostumbra a infusionar una cucharada tras las comidas principales del día. - La badiana, conocida también como hinojo de ocho cuernos en Asia, ha sido empleada durante siglos en medicina tradicional por sus propiedades estomacales. Es un complemento alimenticio natural que no solo cumple funciones digestivas, sino que también contribuye a calmar las vías respiratorias.
La infusión de badiana es una solución sencilla y efectiva para evitar molestias digestivas como náuseas, colitis, gases y flatulencias. Basta con un único fruto estrellado después de las comidas o cenas para disfrutar de una digestión más ligera y hacer que las grandes comidas no sean un problema. - Las hojas de eucalipto no solo destacan porque desprenden un olor tan agradable como refrescante, sino también por sus propiedades medicinales. Y es que pocos conocen las propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas y expectorantes que poseen, lo que las convierte en una opción natural para tratar problemas respiratorios.
Una infusión con una cucharada de hojas de eucalipto tras las comidas puede aliviar molestias derivadas de afecciones como el asma, la gripe, los resfriados oincluso una irritación de garganta. Su capacidad para despejar las vías respiratorias y calmar las cuerdas vocales las hace especialmente útiles durante los meses de invierno. - Si hay alguna infusión que todos conocemos, esa es la manzanilla dulce. Una planta medicinal que siempre hemos asociado al bienestar digestivo, pero que, sin embargo, va mucho más allá. Desde hace siglos se ha empleado como antihistamínico, antiinflamatorio, diurético… Y, por si fuera poco, también tiene aplicaciones externas: una gasa empapada con infusión de manzanilla dulce actúa como colirio para el alivio de los ojos en caso de irritación.
Su versatilidad y eficacia la convierten en un remedio imprescindible en cualquier hogar. - El estrés, la falta de fibra en la dieta y el uso de algunos medicamentos son las causas principales del estreñimiento. El sen es un remedio natural para todas ellas. Esta planta, originaria de Egipto, ha sido utilizada desde hace siglos por sus propiedades laxantes gracias a los senósidos, sustancias químicas de la planta que activan el movimiento intestinal, ayudando a combatir el estreñimiento ocasional de manera efectiva.
Preparar una infusión con algunas hojas en una taza basta para poner la musculatura intestinal de nuevo en funcionamiento y aliviar molestias relacionadas con el tránsito lento, ya sea por el estreñimiento ocasional o por fisura anal.
Es importante utilizarlo con moderación y bajo la supervisión de un profesional de la salud, especialmente en casos de uso prolongado. - Por último, el tomillo, una planta con un gran papel dentro de la dieta mediterránea cuyos beneficios van más allá de dar un toque de frescor al plato.
Gracias a sus propiedades antisépticas, expectorantes y mucolíticas, la infusión de tomillo es un excelente aliado para limpiar las vías respiratorias, aliviar la tos, mejorar la digestión, evitar la retención de líquidos o incluso reforzar las defensas.
Amante o no de las infusiones, vale la pena considerar a día de hoy los remedios naturales que nos ofrece la naturaleza muchas de las molestias cotidianas. Recuerda que, aunque las plantas medicinales son una opción natural y efectiva para tratar diversos problemas de salud, es fundamental utilizarlas con precaución. No todas las plantas son adecuadas para todas las personas, ya que algunas pueden interactuar con medicamentos o causar reacciones adversas en ciertos casos. Por eso te recomendamos que antes de incorporar plantas medicinales a tu rutina, consultes con un profesional de la salud, como tú médico de cabecera o tu farmacéutico de confianza, para asegurarte de que su uso es seguro y adecuado para tus necesidades específicas.