Dos meses después de que la crisis generada por el coronavirus nos obligara a un cambio drástico en nuestras vidas prácticamente de un día para otro, es momento de reflexionar sobre nuestro bienestar y nuestro ritmo de vida. Algo que, desde el inicio del confinamiento, comenzaron a hacer los medios de comunicación, los expertos y en general toda la población.
Han sido meses de cambios de rutina, de adaptarse y, en algunos casos, de tener tiempo para pensar en muchas cosas. Entre ellas, el ritmo de vida al que nos enfrentábamos antes de la crisis, marcado sobre todo por el estrés y por la falta de tiempo de calidad para dedicar no tan solo a nuestros seres más cercanos, sino a nosotros mismos.
En este contexto, uno de los asuntos más tratados en los medios de comunicación ha sido la salud mental y el bienestar, entendidos como pilares de un buen estado de salud general y extremadamente necesarios para garantizar que el resto de aspectos de nuestra vida ( trabajo, relaciones, etc.) funcionen tal y como nos gustaría.
Si algo aprendimos de la situación vivida es la necesidad de frenar, de disfrutar de las pequeñas cosas, de entender lo importantes que son las personas que nos rodean y de cuáles son nuestras necesidades emocionales
Desde Acofarma trabajamos con el objetivo de acercarte el bienestar cada día, por lo que no hemos querido dejar pasar la oportunidad de hacerlo también a través del contenido que aquí te ofrecemos.
Hoy recogemos algunas de las lecciones más útiles extraídas de los meses de confinamiento y reflexionamos sobre salud mental y bienestar, y cómo estas deben ser prioridades en nuestras agendas. Ahora y en el futuro.
¿Por qué el bienestar emocional es un factor importante para la salud?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el bienestar como “el estado de ánimo en el cual una persona se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a la comunidad”.
Como vemos, el bienestar emocional no es ningún concepto abstracto, sino un requerimiento reconocido que nos permite no solo llevar a cabo nuestras actividades diarias sino que nos permite adaptarnos, ser flexibles y, en definitiva, vivir de forma saludable. Encontrando el balance entre todos los aspectos de nuestra vida (el mental, el físico y el emocional) seremoscapaces de ser felices y vivir una vida lo más plena posible.
Lo que aprendimos durante el confinamiento
Decía Carlos Candel en el diario.es ‘yo no quiero volver a la normalidad’. Un artículo que se hizo viral durante el mes de abril y que invitaba a reflexionar sobre el modo de vida que llevábamos hasta el momento de inicio de la pandemia.
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Si algo aprendimos de esta crisis fue la necesidad de frenar, de disfrutar de las pequeñas cosas, de entender lo importante que son las personas que nos rodean y de cuáles son nuestras necesidades emocionales como seres humanos. Entendimos cuáles son las cosas que realmente importan.
De la misma manera, para muchos esas semanas significaron oír hablar de ‘bienestar emocional’ por primera vez y comenzar a valorarlo, darse cuenta de lo importante que es a veces pararse, pensar y reflexionar sobre cómo queremos vivir nuestra vida.
Con todas estas lecciones en mente, es importante no olvidar lo aprendido. Ser conscientes de lo importante que es prestar la atención adecuada a nuestro bienestar emocional es de vital importancia, como decíamos, para ser felices y vivir nuestras vidas de la forma más plena y saludable posible. Te contamos qué hacer para conseguirlo.
Consejos para mejorar nuestro bienestar emocional
A la hora de hablar de bienestar emocional, existen una serie de consejos básicos que podemos poner en práctica.
- Cuidar nuestro descanso: como hemos visto, pararse a veces es necesario. Por ello, si queremos garantizar un estado emocional óptimo es importante que no dejemos a un lado algo tan vital como nuestro descanso. Dormir de 7 a 8 horas al día nos ayuda no solo a mantener una buena salud física, sino también una buena salud emocional.
- Llevar un estilo de vida saludable: de la misma forma, optar por una alimentación sana, equilibrada y variada, practicar ejercicio físico regularmente o evitar las sustancias como el alcohol o el tabaco son otros de los factores con un enorme impacto demostrado en nuestro bienestar emocional.
- Trabajar en nuestra autoestima y nuestra confianza: otro de los puntos clave del bienestar emocional de una persona tiene que ver con su sentido de realización y su autoestima. Por ello, trabajarla es indispensable para garantizar un buen estado de ánimo y no dejarnos llevar por los aspectos negativos del día a día.
- Ser capaces de pedir ayuda cuando la necesitemos: contar con ayuda profesional si la necesitamos o con nuestra familia y amigos es de vital importancia para cuidar de nuestra salud emocional.
Cuidando nuestro bienestar emocional en el día a día
Con todos estos consejos en mente, ¿qué podemos hacer para llevarlos a la práctica en nuestro día a día?
A menudo, nuestras obligaciones y el ritmo frenético de vida que llevamos por el trabajo o las cargas familiares pueden hacer que dejemos el bienestar emocional en un segundo plano. Para evitarlo, hemos preparado para ti unossencillos consejos para garantizar que estás prestando la misma atención a tu salud mental que a la física. Toma nota.
- Reserva una hora al día para el autocuidado… y cúmplela: ya sea esa clase en el gimnasio, una práctica de mindfulness, un rato de lectura alejado de las pantallas… Agenda esta actividad como una necesidad para parar y no dejarte llevar por la vorágine del día a día. Esto te ayudará no solo a mantener un estado de ánimo óptimo sino que hará que seas más eficaz en tus tareas y obligaciones.
- Cuida tus relaciones personales: tan importante como ese rato para nosotros son las relaciones que tenemos con los demás. Cuidarlas debe formar parte también de nuestra rutina diaria, garantizando tiempo de calidad con las personas que queremos.
- Exprésate: otro de los puntos clave para garantizar nuestra salud emocional tiene que ver con la expresión de nuestros sentimientos. En este sentido, una buena forma de ponerlo en práctica en nuestro día a día es el ‘journaling’, o lo que es lo mismo, llevar a cabo una especie de diario en el que plasmar cómo nos sentimos, cuáles son nuestros objetivos y metas o las cosas por las que nos sentimos agradecidos. Expresar todos estos sentimientos y voluntades en palabras nos ayuda no solo a materializarlos sino también a poner orden a nuestros pensamientos.
- Siéntete bien por fuera para sentirte bien por dentro: realiza ejercicio físico moderado, come bien, hidrátate y, como decíamos, garantiza tus horas de descanso. Cuidarte por fuera te ayudará a sentirte mejor y a tener un buen estado de ánimo en general.
Con estos sencillos consejos y sobre todo tomando consciencia de la necesidad de cuidarnos también emocionalmente no sólo llevaremos una vida más relajada sino también más plena y feliz.