El invierno y en general los meses de frío suelen ser momentos complicados para nuestro organismo: al cambio de temperaturas y las modificaciones de horario se suma el hecho de que, normalmente, se trata de épocas del año más ocupadas. Épocas en las que, por lo general, hacemos un gasto de energía superior al habitual.
Las obligaciones del día a día, el colegio de los niños, los estudios, nuestro empleo… son factores que hacen que nuestro cuerpo tenga más trabajo de lo normal.
Sumado a eso, los meses de invierno suelen traer consigo gripes y resfriados, por los que prestar especial atención a nuestra alimentación y bienestar es más importante que nunca.
Si quieres saber qué tipos de vitaminas necesitáis en casa y cómo obtenerlas, sigue leyendo.
¿Qué tipos de vitaminas existen?
¿Te has preguntado alguna vez qué es exactamente una vitamina y para qué sirve? Presentes sobre todo en los alimentos, se trata de sustancias que son indispensable para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
Tener deficiencias en alguna de ellas puede llevarnos a sentir molestias como la fatiga crónica o las migrañas, e incluso en algunos casos pueden sufrirse enfermedades más graves como el escorbuto.
Las vitaminas se clasifican en dos grupos: por un lado tenemos las hidrosolubles, o lo que es lo mismo, todas aquellas que se disuelven en agua. Aquí encontramos algunas conocidas como la B12 o la vitamina C, vitaminas que se caracterizan por presentar un mínimo almacenamiento en nuestro organismo, por lo que es importante cubrir nuestras necesidades con la alimentación día a día.
En segundo lugar hablamos de las vitaminas liposolubles, vitaminas que nuestro cuerpo almacena en lugares como el hígado, los tejidos o la grasa. Son poco alterables y nuestro organismo es capaz de almacenarlas como reserva, por lo que presentar carencias en este sentido puede ser resultado de unos malos hábitos alimentarios.
Como decíamos, el aporte de vitaminas que necesitamos es prácticamente el mismo todo el año, pero en invierno se tornan especialmente importantes para luchar contra los resfriados o la falta de energía clásica de estos meses. Veamos ahora para qué sirve cada una de ellas.
¿Qué funciones cumplen las vitaminas?
Como hemos visto,las vitaminas son necesarias para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Estas son algunas de las principales:
·Vitamina A: regula la producción y la actividad de los linfocitos T, un tipo de células inmunitarias, y mantiene en buen estado las mucosas de tus vías respiratorias, entre otras cosas.
·Vitamina C: disminuye la duración de las infecciones en las vías respiratorias y es utilizada por nuestro cuerpo, por ejemplo, para fabricar colágeno.
·Vitaminas del grupo B: participan en la formación de ADN y de las proteínas implicadas en el sistema inmunitario.
·Vitamina D: juega un papel indispensable en nuestras defensas, ya que se ocupa de activar a las células T, que actúan contra los agentes patógenos.
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Estas son las vitaminas que necesitas en invierno
A la hora de hablar de aportes vitamínicos, en el caso de los adultos es especialmente importante referirnos a las buenas prácticas como la alimentación saludable o el ejercicio moderado además, por supuesto, de un buen descanso, algo que en ocasiones nuestro ajetreado ritmo de vida deja en un segundo plano.
En invierno, prestar atención a nuestra dieta y nuestros hábitos es más importante que nunca.
Realizar cierta actividad física cada día activa nuestro metabolismo y, en consecuencia, nos ayuda a luchar contra el cansancio y la fatiga.
Sí existen ciertos complementos vitamínicos que especialmente durante estos meses pueden resultar especialmente prácticos: los complejos vitamínicos o la jalea real son buenísimas opciones. La de Acofarma ofrece las vitaminas, minerales, proteínas y aminoácidos de este ingrediente natural, con un aporte extra de vitamina B5, que contribuye al rendimiento intelectual normal, y de vitaminas B6, B3 y C, que junto a la B5 regulan nuestro metabolismo energético.
Con necesidades físicas y mentales distintas, ¿qué ocurre en el caso de los niños? Veámoslo.
Vitaminas para niños en invierno
En el caso de los niños, es importante remarcar que la alimentación debe ser la clave para responder a todas sus necesidades y que, en cualquier caso, debe ser el médico quien suplemente alguna vitamina en el caso de que sea necesario.
Los complejos vitamínicos pueden ser de gran ayuda, y es que debemos tener en cuenta que durante esta época del año los más pequeños también incrementan notablemente su actividad, tanto física como mental, especialmente durante el periodo escolar.
Reforzar los alimentos con altos contenidos en vitamina C o vitaminas del grupo B durante estos meses puede ser clave para su correcto rendimiento. Veamos ahora cuáles son estos alimentos.
Alimentación: dónde encontrarlas
A la hora de preparar nuestros menús familiares y la cesta de la compra, el primer consejo que debemos tener en cuenta es priorizar los alimentos de temporada, que nos brindan los nutrientes que más necesitamos durante esta época del año. Además, tener en cuenta cuáles son los ingredientes que más aporte nos ofrecen de cada vitamina puede ser clave para mantener nuestros niveles de energía dentro de lo deseado. Toma nota.
·Vitamina A: la encontramos especialmente en los lácteos, las verduras de hoja verde, la zanahoria, los aceites como el de oliva, el pescado o la calabaza. Además, los huevos o los champiñones también son interesantes en este sentido.
·Vitamina C: la mayoría de verduras, hortalizas frescas y frutas la contienen, pero en este mismo blog puedes consultar la lista de alimentos con mayor aporte.
·Vitamina D: aunque la exposición a la luz solar supone el mayor aporte, también la encontramos en el pescado azul, las setas, los huevos, los lácteos enteros o los alimentos enriquecidos con ella.
Recuerda que si tu objetivo es estar al 100% de energía durante los meses de invierno, prestar especial atención a tu alimentación y un estilo de vida saludable son factores importantísimos para garantizarlo. Además, recuerda que puedes consultar con tu farmacéutico la posibilidad de utilizar algún complejo vitamínico que te ayude a asegurar este aporte de vitaminas. ¡Feliz invierno!