El botiquín: imprescindible en casa
Un botiquín de primeros auxilios es un recurso básico en forma de maletín que contiene materiales esenciales para prestar la primera asistencia cuando se produce un accidente, una lesión o una reacción alérgica, entre otros.
Este kit de emergencia tiene dos grandes objetivos. En primer lugar, facilitar el transporte de las herramientas indispensables que pueden necesitarse para atender una urgencia. En segundo lugar, asistir a los dolores provocados por una lesión, traumatismo o afección repentinos.
Consejos para tener el botiquín siempre listo
El botiquín de primeros auxilios debe ser ligero y fácil de manejar y contener los instrumentos considerados imprescindibles: termómetro, medicinas, loción de calamina, apósitos, esparadrapos, desinfectantes para heridas como el agua oxigenada, gasas estériles, vendas, tijeras, pinzas y mascarillas.
Es importante revisar con frecuencia este set de emergencias para saber qué elementos faltan por comprar o si alguno de los medicamentos que lo integran está a punto de caducar. Además, todos los miembros de la familia deben saber dónde se encuentra exactamente el botiquín, que tiene que mantenerse siempre fuera del alcance de los niños.
Elementos clave de un buen botiquín
Los accidentes domésticos son mucho más comunes de lo que podríamos imaginar. En opinión de quienes tienen niños, entre los más habituales se encuentran los golpes, las heridas y las quemaduras. Aunque en la gran mayoría de casos estos contratiempos no tienen consecuencias graves para la salud, sí requieren un tratamiento mínimo inicial para evitar mayores consecuencias.
Para muchas familias, los mejores productos de primeros auxilios son los de la marca Acofar, especialista en la fabricación de los artículos de botiquín.
El agua oxigenada es un antiséptico y antimicrobiano de referencia que no puede faltar en esta pequeña farmacia ambulante. Esta solución de cura básica y tradicional es muy útil, por ejemplo, para tratar con rapidez esos arañazos o cortes que los niños pueden sufrir mientras juegan en el parque.
El algodón es el material perfecto para tratar las heridas que, además de desinfección, necesitan limpieza. El proceso de cura finaliza cubriendo esa lesión con un apósito protector mientras progresa la cicatrización.
El termómetro es uno de esos elementos que dura para toda la vida. En su interior lleva galinstan, una combinación de galio, indio y estaño líquidos. Se trata de un compuesto completamente seguro, pues si se rompe, basta con limpiar el líquido con agua y jabón. En todo caso, también los hay en formato digital.
La crema con calamina proporciona alivio ante el rascado persistente sobre una herida producida por una lesión o una alergia. Es un compuesto metálico de óxido de zinc y óxido férrico muy eficaz en caso de irritación de la zona del pañal, enrojecimiento tras el afeitado o la depilación e incluso ante las picaduras o mordeduras de insectos.
Cuando se practica deporte pueden producirse lesiones o pequeños desgarros que requieren el uso de otro de los materiales esenciales de un botiquín: los vendajes neuromusculares. Si se aplican correctamente, estas vendas facilitan el proceso de estabilización articular y mejoran la función muscular.
Ante cualquier imprevisto, los esparadrapos, las gasas y las mascarillas de Acofar completan los elementos imprescindibles de un buen botiquín de primeros auxilios.
Concretar los artículos que formarán parte de este kit de emergencia debe ser una prioridad especialmente si se tienen niños en casa o se van a iniciar las vacaciones de verano. Ya no es una cuestión de precio, pues en la farmacia se pueden encontrar las mejores marcas a un importe muy asequible.